Implantología Dental

Los implantes dentales son raíces artificiales hechas de titanio que se colocan en el hueso maxilar o mandibular para reemplazar dientes perdidos y servir de base para coronas, puentes o prótesis completas.

El procedimiento se realiza bajo anestesia local, por lo que no se siente dolor durante la colocación. Después, es normal experimentar molestias leves, que se manejan fácilmente con analgésicos.

Los candidatos ideales tienen buena salud oral y general, suficiente densidad ósea en la mandíbula y no presentan enfermedades crónicas descontroladas como diabetes o problemas de coagulación.

El proceso puede tomar de 3 a 6 meses, dependiendo de si es necesario un injerto óseo previo y del tiempo de cicatrización necesario antes de colocar la corona definitiva.

Con buen cuidado oral y visitas regulares al dentista, los implantes pueden durar toda la vida. Las coronas asociadas generalmente requieren reemplazo después de 10-15 años.